lunes, 11 de abril de 2016

FEBRERO de 1610



5 de febrero de 1610.- España. Temporal en Polonia: Cae una gran nevada y posteriormente hiela en Barcelona.

11 de febrero de 1610.- Francia. Política & Religión: Tratado de Halle entre Enrique IV y la unión de los príncipes protestantes.

10 de Febrero de 1610.- España. Política Exterior: Reunido el Consejo para designar virrey de Sicilia, se levanta el duque de Osuna, que tenía los cojones más gordos que el caballo de Espartero, y dirigió al soberano, Felipe III, las siguientes palabras, que merecen ser reproducidas:

Si la previsión de un gobierno cualquiera, requiere grave consideración, creo, señor, que el virreinato de Sicilia la merece como ninguno. Sicilia es llave del reino de Nápoles, joya de la corona de V.M., y salvaguarda de la libertad en toda la península itálica. El imperio otomano la codicia y acecha de continuo con la esperanza de hacerla un día o el otro tributaria suya; bien lo sabía Carlos I, de feliz memoria, abuelo de V.M., cuando en previsión de lo futuro dio la isla de Malta a los caballeros desalojados de Rodas, a condición de hacer continua guerra al Turco desde aquel baluarte; pero ya la medida es ineficaz contra enfermedad tan aguda. Aquella isla noble y feracísima, que forma un triangulo de 700 millas de superficie, tan próxima a Italia que sólo la separa un estrecho de tres millas, es de naturaleza que fácilmente se hace inexpugnable por aquella parte, como puede serlo por la que confina con Malta. No obstante, la mar es grande, las fuerzas de V.M. remotas, y las del Turco potentes y vecinas, de modo que pueden pasar, como pasan, de uno a otro lado, atendiendo a que los venecianos no cuentan con armada propia, ni la emplearán en otra cosa, complaciéndoles más bien ver perpetuamente acosada la isla de corsarios, por los celos que la monarquía de V.M. les da.



Con tantos reinos, con tan considerables recursos, no ha podido vencer la augusta Casa de Austria a un puñado de rebeldes en los Países Bajos, porque su gran piedad la debilita, y el Turco, porque hace depender del interés la religión, y de la autoridad la vida y la sustancia de sus vasallos, triunfa y se extiende de manera que, si no se remedia, será pronto monarca y castigo de Italia.

¿En que consiste la fuerza de un Estado? Si en el valor de la nobleza, en la fidelidad de los súbditos, en la reputación de las armas, en el número de los soldados, ninguno debe igualar al de V.M., porque no hay soberano que de tantas prerrogativas pueda loarse, y sin embargo, con menos recursos y fuerza, por sistema distinto el Turco se ha hecho terror del mundo por las armas.



Será injusto y tirano en el interior, mas no descuida medio de ser más y más poderoso fuera, y odiando a la casa de V.M. por el odio que ella tiene a los infieles, no piensa en otra cosa que en molestarla, siendo blanco principal de su saña los pobres sicilianos, como si fueran venidos al mundo para presa suya. Bien puede decirse que V.M. no tiene de aquel reino más que el título, y que disfrutan de usufructo los corsarios turcos.

Quisiera Dios que las rebeliones que allí se han sucedido reconocieran otras causas ¿Cómo han de amar los sicilianos a un príncipe que no los defiende? ¿Cómo ha de serle adictos, viéndose abandonados a la crueldad de los bárbaros?. Sepa V.M., que de 30 años a esta parte han verificado los turcos más de ochenta desembarcos en Sicilia, ya en un punto, ya en otro, habiendo año en que se han contado cuatro, y en todos, tras el saqueo, ha iluminado el incendio el acopio de esclavos cristianos, que despuebla la isla, priva a la Corona de tantos súbditos y agobia el Erario, con el rescate que se ha discurrido por remedio del mal, con gran escándalo de la Cristiandad, sorprendida de un Rey católico que posee medio mundo no alcance a corregir ese mal crónico.



Ahora que V. M. va a designar virrey para Sicilia. ¿Irá a ser testigo de la miseria y de las ruinas que cada día causan los piratas en aquel reino infeliz y de la grita con que encadenan y embarcan en las galeras los esclavos? ¿Irá a servir de gacetero de la corte para avisar desembarcos, incendios de ciudades y asaltos de castillos, y que los partes pueden archivarlos en la secretaría, fatalidad ordinaria?

Bien sabe Dios la aflicción que me causa esta exposición, que debo a la responsabilidad del Consejo, y muy particularmente a un Rey que funda su grandeza, como católico de título y de verdad, en la justicia. Dos determinaciones pueden adoptarse, en mi opinión, acudiendo al remedio de esos daños intolerables: negociar con el Turco la seguridad de Sicilia mediante tributo, o espumar la mar de corsarios constriñéndolos a envejecer en sus puertos. Pensar en el primero sería abrir una brecha mortal en la gloria de V.M., y echar el ignominioso borrón de otras naciones en la nuestra; de modo que habrá de pensarse en el segundo, pues harto ha durado la situación lastimosa e indigna de los piadosos sentimientos de V.M., en que se ven los sicilianos, y de no acabar, pudiera llevarlos a la desesperación. Vaya el virrey que se designe ahora con la firme resolución de levantar el espíritu de los insulares, y que halle en V.M., el apoyo de la autoridad y los recursos indispensables a una obra tan laudable”.

Impresionados por la patriótica perorata, el nombramiento fue acordado por el Consejo y el rey Felipe III ese mismo día, y Osuna recibiría con fecha 18 de septiembre el título de virrey de Sicilia.



12 de febrero de 1610.- Francia. Política exterior: Enrique IV de Francia se alía con la “Unión Evangélica Protestante”. No deja de ser un escándalo que un monarca que se supone católico haga eso. Pero la ambición de derrocar a sus enemigos Habsburgo puede más que las apariencias. Después de todo, él fue cocinero antes que fraile y sobre todo, hugonote antes que rey. Este chulángano se la está buscando. Su mujer, la ultra católica María de Médicis, despechada por la negativa de su marido a coronarla públicamente, ante esta nueva osadía de aliarse a los herejes, se piensa seriamente la posibilidad de asesinar a su marido por el bien de Europa y de la Verdadera Fee.

Febrero de 1610.- Negociaciones ruso polacas: El segundo falso Dimitri le propone en Smolensk a Segismundo de Polonia una asociación entre Rusia y Polonia.



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