4 de agosto de
1612.- Inglaterra.
Erudición: Muere Hugo Broughton,
erudito inglés. Erudito, que no inmortal.
6 de agosto de
1612.- Brasil: Daniel de la Touche, señor
de la Ravardière, Nicolás de
Harley y Francisco de Razilly
llegan al puerto de Javiré en la isla de Maranhão con una pequeña flota
francesa de tres navíos (la “Regente”,
la “Carlota” y el Santa Ana) y empieza la construcción de
un fuerte, al cual darán el “extraño” nombre de San Luis, en honor del rey
de Francia Luis XIII. En un
principio habían pensado en llamarle Zurrumugurtiaga, en honor de un gascón del sur que iba en la tripulación, pero se desechó la idea. Alrededor de la
fortaleza se creará posteriormente la ciudad de San Luis, hoy llamada São Luis
do Maranhão. Los franceses obtienen fácilmente la alianza de los indios, que
son medio lelos y les flipan los collares de bisutería y el aguardiente.
12 de agosto de
1612.-
Italia. I
Musici: Muere Giovanni
Gabrieli, compositor italiano.
17 de agosto de
1612.-
Rusia. Política:
La guarnición polaca de Moscú, asediada en el Kremlin, se rinde. Pojarski instala un gobierno
provisional y convoca al Zemski Sobor, que ha saber qué coño será eso. ¡Hasta la poya de Poyarsky!
El metropólita Cyril de Rostov
reemplaza al patriarca Hermógenes, que es encarcelado, y preside un gobierno
provisional.
18 de agosto de
1612.- Inglaterra.
Pendle, Lancashire. "Cuarto Milenio": Sentencia de las Cortes Criminales de Assizes en el juicio de las Brujas de Pendle. 10 personas "humanas" son colgadas del cuello hasta morir.
Para entender mejor este funesto caso, reproduzcamos, tomado de BBC Mundo (Agosto 21, 2011) el artículo "El juicio por brujería que dio voz a los niños" (13 Noviembre, 2011 "Guía de perplejos")
elaborado por Frances Cronin.
A sus nueve años, Jennet Device era mendiga. Su vida habría quedado en el olvido de no haber sido por su papel en uno de los procesos judiciales más perturbadores registrados en la historia del Reino Unido. El testimonio de Jennet en el juicio de brujería de Pendle, Lancashire, en 1612, llevó a la ejecución de diez personas, incluida toda su familia.
La paranoia era por aquellos tiempos endémica en Inglaterra. Jacobo I reinaba y vivía con el temor de una rebelión católica tras la “Conspiración de la pólvora” de Guy Fawkes.
El rey tenía la reputación de ser un ávido cazador de brujas y escribió un libro llamado Demonology. “Los británicos tenían la orden de luchar contra las brujas”, explica el profesor Ronald Hutton de la Universidad de Bristol.
En esa época, Lancashire era notoria por estar llena de gente problemática de baja estofa y altamente subversiva. Jennet Device vivía en Pendle con su madre Elizabeth, su hermana mayor Alizon, su hermano James y su abuela Demdike. Los residentes de esa localidad llamaban a la vieja Demdike “la mujer astuta”.
En marzo de 1612, Alizon maldijo a un vendedor ambulante que se negó a darle alfileres. Al pobre hombre le dio al poco tiempo un "chungo" y murió, por lo que su hijo denunció el hecho al ambicioso magistrado Roger Nowell. Éste interrogó a Alizon, quien confesó haber embrujado al vendedor. La asustada muchacha también acusó a sus vecinos, los Chattox, con cuya familia tenían un pleito, de haber embrujado y matado a cuatro personas. Pero los vecinos devolvieron la pelota, señalando a la abuela Demdike de cometer actos de brujería.
En este punto “Nowell estaba extremadamente entusiasmado”, cuenta el profesor Malcolm Gaskill de la universidad de East Anglia. “Para él, el camino al éxito en su carrera se asociaba con perseguir a los no anglicanos, que podían ser tanto católicos como brujas, y llevarlos ante la justicia”.
El magistrado arrestó a Alizon, a su abuela Demdike, así como a las vecinas Anne Whittle (también conocida como Chattox) y a su hija Anne Redferne.
Fue entonces cuando a la madre de Jennet se le ocurrió, con poco tino y don de la oportunidad, celebrar una fiesta pagana en viernes santo, el día en que todos los “buenos ciudadanos” debían acudir a misa.
Un policía local escuchó rumores de que se trataba de un aquelarre y arrestó a todos los presentes. La familia también implicó a otras personas y todas fueron acusadas de planear el asesinato de un hombre con brujería. Alice Nutter, de una respetable familia terrateniente, su hijastra, sobrino y amigo estaban entre los detenidos.
“En esa época eran una poderosa familia católica. Creo que Nowell pensó que se ganaría el favor del rey si también atrapaba a católicos”, explica Colin Nutter, un descendiente de Alice que todavía vive en Pendle. “Ella (Alice) fue usada como un títere en toda esta trama”.
En su libro Demonology, Jacobo I escribió: “Niños, mujeres y mentirosos pueden ser testigos en un caso de traición contra Dios”. Esto influenció en el sistema judicial y fue lo que llevó al magistrado Nowell a usar a la niña Jennet como testigo clave.
El empleado de la corte Thomas Potts escribió un libro con todas las anotaciones que hizo del juicio. Este libro se convirtió en un éxito en ventas y ayudó a que la historia se difundiera.
En The Wonderful Discoverie of Witches in the Countie of Lancaster, que así se titulaba el libraco, Potts cuenta cómo la madre de Jennet empezó a gritar cuando su hija entró en la corte. Jennet pidió que retiraran a su madre, se subió a una mesa y calmadamente la acusó de brujería.
Su convincente testimonio fue creído por el jurado y, tras dos días de juicio, toda su familia, y la mayoría de la familia vecina, fueron declarados culpables de causar daño y muerte con brujería. Un día más tarde fueron colgados.
La influencia de Jennet rebasó las fronteras de Lancashire. Los escritos de Thomas Pott y los testimonios de Jennet fueron incluidos en el libro de referencia de magistrados, The Country Justice. El libro fue usado por todos los magistrados, incluyendo aquellos que operaban en colonias de América, lo que les permitió buscar el testimonio de niños para juicios de brujería.
En el notorio caso posterior de las brujas de Salem, casi toda la evidencia fue aportada por los niñardos de los güevos. 19 personas inocentes fueron ejecutadas.
Previo al episodio de Pendle se había usado evidencia aportada por niños en casos de brujería, pero entonces la ley establecía que los menores de 14 años no eran testigos creíbles, debido a que no podían declarar bajo juramento. El testimonio de Jennet lo cambió todo. Hoy cualquier menor puede ser llamado a atestiguar, debido a que todo depende de la capacidad de entendimiento y no de la edad.
En 1633, por listilla, Jannet fue víctima del precedente que ella misma sentó. Veinte años después del juicio, ella también fue acusada de brujería junto con otras 16 personas por el niño de diez años Edmund Robinson. Todos fueron hallados culpables por el jurado, pero el juez no quedó satisfecho y los remitió al Consejo Privado. En esa época, Inglaterra era ya más escéptica y exigía pruebas físicas. Eventualmente, Robinson admitió haber inventado mentiras inspiradas por las historias que había oído del caso de Pendle.
A pesar de haber sido absuelta, a Jennet no le fue permitido dejar el castillo de Lancaster hasta que pagara las cuentas por los servicios que utilizó durante el tiempo que duró el juicio. Para alguien pobre como ella, eso le debió resultar imposible. Este fue el testimonio de Jennet:
“Mi madre es una bruja y sé que es cierto. He visto a su espíritu en la forma de un perro marrón, al que llama Ball. El perro preguntó que quería que hiciera y ella respondió que quería que la ayudara a matar. A las 12 del mediodía, unas 20 personas vinieron a nuestra casa. Mi madre me dijo que todos eran brujos”.
Jennet nombró a las seis personas que conocía, además de a su madre y hermano James. James también denunció a su madre, pero Jennet se fue contra su propio hermano y dijo que llevaba tres años practicando brujería. Aseguró que había visto a su espíritu matar a tres personas. El caso es que 10 inocentes fueron ahorcados públicamente. Esto se repitió en Salem, Massachusetts, entre febrero de 1692 y mayo de 1693. Es decir, 80 años después del caso de Lancashire.
La verdad es que este caso se podría resumir en que el cabronazo del magistrado aprovechó una oportunidad única de ganar prestigio asesinando "legalmente" a varios católicos y a dos familias de mugrientos corruptos que se acusaban mutuamente y que competían por el control de la mendicidad organizada. No fue sino una manera de “limpiar” un poco las calles de indigentes a “la inglesa anglicana”.
Para entender mejor este funesto caso, reproduzcamos, tomado de BBC Mundo (Agosto 21, 2011) el artículo "El juicio por brujería que dio voz a los niños" (13 Noviembre, 2011 "Guía de perplejos")
elaborado por Frances Cronin.
Cartel turístico de las colinas de Pendle. |
A sus nueve años, Jennet Device era mendiga. Su vida habría quedado en el olvido de no haber sido por su papel en uno de los procesos judiciales más perturbadores registrados en la historia del Reino Unido. El testimonio de Jennet en el juicio de brujería de Pendle, Lancashire, en 1612, llevó a la ejecución de diez personas, incluida toda su familia.
La paranoia era por aquellos tiempos endémica en Inglaterra. Jacobo I reinaba y vivía con el temor de una rebelión católica tras la “Conspiración de la pólvora” de Guy Fawkes.
El rey tenía la reputación de ser un ávido cazador de brujas y escribió un libro llamado Demonology. “Los británicos tenían la orden de luchar contra las brujas”, explica el profesor Ronald Hutton de la Universidad de Bristol.
En esa época, Lancashire era notoria por estar llena de gente problemática de baja estofa y altamente subversiva. Jennet Device vivía en Pendle con su madre Elizabeth, su hermana mayor Alizon, su hermano James y su abuela Demdike. Los residentes de esa localidad llamaban a la vieja Demdike “la mujer astuta”.
En marzo de 1612, Alizon maldijo a un vendedor ambulante que se negó a darle alfileres. Al pobre hombre le dio al poco tiempo un "chungo" y murió, por lo que su hijo denunció el hecho al ambicioso magistrado Roger Nowell. Éste interrogó a Alizon, quien confesó haber embrujado al vendedor. La asustada muchacha también acusó a sus vecinos, los Chattox, con cuya familia tenían un pleito, de haber embrujado y matado a cuatro personas. Pero los vecinos devolvieron la pelota, señalando a la abuela Demdike de cometer actos de brujería.
En este punto “Nowell estaba extremadamente entusiasmado”, cuenta el profesor Malcolm Gaskill de la universidad de East Anglia. “Para él, el camino al éxito en su carrera se asociaba con perseguir a los no anglicanos, que podían ser tanto católicos como brujas, y llevarlos ante la justicia”.
El magistrado arrestó a Alizon, a su abuela Demdike, así como a las vecinas Anne Whittle (también conocida como Chattox) y a su hija Anne Redferne.
Fue entonces cuando a la madre de Jennet se le ocurrió, con poco tino y don de la oportunidad, celebrar una fiesta pagana en viernes santo, el día en que todos los “buenos ciudadanos” debían acudir a misa.
Un policía local escuchó rumores de que se trataba de un aquelarre y arrestó a todos los presentes. La familia también implicó a otras personas y todas fueron acusadas de planear el asesinato de un hombre con brujería. Alice Nutter, de una respetable familia terrateniente, su hijastra, sobrino y amigo estaban entre los detenidos.
“En esa época eran una poderosa familia católica. Creo que Nowell pensó que se ganaría el favor del rey si también atrapaba a católicos”, explica Colin Nutter, un descendiente de Alice que todavía vive en Pendle. “Ella (Alice) fue usada como un títere en toda esta trama”.
Fiestuqui disfraces el día de Viernes Santo ¡A quien se le ocurre! |
En su libro Demonology, Jacobo I escribió: “Niños, mujeres y mentirosos pueden ser testigos en un caso de traición contra Dios”. Esto influenció en el sistema judicial y fue lo que llevó al magistrado Nowell a usar a la niña Jennet como testigo clave.
El empleado de la corte Thomas Potts escribió un libro con todas las anotaciones que hizo del juicio. Este libro se convirtió en un éxito en ventas y ayudó a que la historia se difundiera.
En The Wonderful Discoverie of Witches in the Countie of Lancaster, que así se titulaba el libraco, Potts cuenta cómo la madre de Jennet empezó a gritar cuando su hija entró en la corte. Jennet pidió que retiraran a su madre, se subió a una mesa y calmadamente la acusó de brujería.
Su convincente testimonio fue creído por el jurado y, tras dos días de juicio, toda su familia, y la mayoría de la familia vecina, fueron declarados culpables de causar daño y muerte con brujería. Un día más tarde fueron colgados.
Poste señalizador / Estatua de Alice Nutter, una de las brujas de Pendle, acusada en Roughlee / Colinas de Pendle, marcadas con la fecha de 1612 durante el 400º aniversario de los juicios. |
La influencia de Jennet rebasó las fronteras de Lancashire. Los escritos de Thomas Pott y los testimonios de Jennet fueron incluidos en el libro de referencia de magistrados, The Country Justice. El libro fue usado por todos los magistrados, incluyendo aquellos que operaban en colonias de América, lo que les permitió buscar el testimonio de niños para juicios de brujería.
En el notorio caso posterior de las brujas de Salem, casi toda la evidencia fue aportada por los niñardos de los güevos. 19 personas inocentes fueron ejecutadas.
Previo al episodio de Pendle se había usado evidencia aportada por niños en casos de brujería, pero entonces la ley establecía que los menores de 14 años no eran testigos creíbles, debido a que no podían declarar bajo juramento. El testimonio de Jennet lo cambió todo. Hoy cualquier menor puede ser llamado a atestiguar, debido a que todo depende de la capacidad de entendimiento y no de la edad.
En 1633, por listilla, Jannet fue víctima del precedente que ella misma sentó. Veinte años después del juicio, ella también fue acusada de brujería junto con otras 16 personas por el niño de diez años Edmund Robinson. Todos fueron hallados culpables por el jurado, pero el juez no quedó satisfecho y los remitió al Consejo Privado. En esa época, Inglaterra era ya más escéptica y exigía pruebas físicas. Eventualmente, Robinson admitió haber inventado mentiras inspiradas por las historias que había oído del caso de Pendle.
A pesar de haber sido absuelta, a Jennet no le fue permitido dejar el castillo de Lancaster hasta que pagara las cuentas por los servicios que utilizó durante el tiempo que duró el juicio. Para alguien pobre como ella, eso le debió resultar imposible. Este fue el testimonio de Jennet:
“Mi madre es una bruja y sé que es cierto. He visto a su espíritu en la forma de un perro marrón, al que llama Ball. El perro preguntó que quería que hiciera y ella respondió que quería que la ayudara a matar. A las 12 del mediodía, unas 20 personas vinieron a nuestra casa. Mi madre me dijo que todos eran brujos”.
Ahorcamiento de brujas inglesas en 1612 / Ilustración de la novela de William Harrison "Pendle Witches" de 1949 |
Jennet nombró a las seis personas que conocía, además de a su madre y hermano James. James también denunció a su madre, pero Jennet se fue contra su propio hermano y dijo que llevaba tres años practicando brujería. Aseguró que había visto a su espíritu matar a tres personas. El caso es que 10 inocentes fueron ahorcados públicamente. Esto se repitió en Salem, Massachusetts, entre febrero de 1692 y mayo de 1693. Es decir, 80 años después del caso de Lancashire.
La verdad es que este caso se podría resumir en que el cabronazo del magistrado aprovechó una oportunidad única de ganar prestigio asesinando "legalmente" a varios católicos y a dos familias de mugrientos corruptos que se acusaban mutuamente y que competían por el control de la mendicidad organizada. No fue sino una manera de “limpiar” un poco las calles de indigentes a “la inglesa anglicana”.
22 de agosto de
1612.- Madrid.
Política: Firma en Madrid de las capitulaciones entre Luis XIII y Ana de Austria.
28 de agosto de
1612.- Provincias
Unidas. Sabiondo habemus: Nace Marcus Zuerius
Boxhorn, erudito holandés (murió en
1653). Un Tolosa... un to lo sabe!!
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