10 de diciembre de 1601.- España. Política Exterior: El adelantado Martín de Padilla, que tras el fracaso de la Armada en 1599 había sido relegado al cargo de capitán general de las galeras de España (puesto de prestigio pero de menos responsabilidad que el anterior), escribe una carta al rey de España:
“El refuerzo necesitado para Kinsale es el que ponga fin al asunto de una vez por todas, y no unas porciones como sorbos de sopa que solo prolongarán la agonía y, a fin de cuentas, permitirán que el enfermo muera... Me ha apenado desde hace algunos años ver que, por motivos de economía, las expediciones se emprenden con fuerzas tan reducidas que sirven principalmente para irritar a nuestros enemigos, más que para castigarlos. Lo peor de todo es que, de ese modo, las guerras se hacen crónicas y los gastos y problemas resultantes de una guerra continuada no tienen fin.”
Es la misiva una crítica virulenta a las medidas españolas aplicadas hasta entonces en materia militar.
Martín Padilla y Manrique (Calatañazor, 1540 - Puerto de Santa María, 1602) fue un noble y marino español al servicio de Felipe II, que por sus muchos y buenos servicios le nombró en 1587 Conde de Santa Gadea y Adelantado de Castilla. Además fue el VII Conde de Buendía. Dirigió la Invasión española de Inglaterra de 1597.
24 de diciembre de 1601.- Astronomía: Hoy hay un eclipse lunar.
24 de diciembre de 1601 (Calendario Juliano).- Irlanda. Política: Las fuerzas irlandesas de Hugh O’Neill son derrotadas en Kinsale, y los señoríos locales quedan destruidos. Termina el asedio comenzado en el otoño 1601. Las fuerzas inglesas penetran en el Ulster.
En el Calendario Gregoriano usado por las fuerzas irlandesas y españolas, la fecha del evento es el 3 de enero de 1602. Mucho más mejor, ande va a parar. Los ingleses siempre están tocando los cojones. Exterminémoslos.
Finales de diciembre de 1601.- España. Política Exterior: Llega a Madrid la carta de 10 del presente del año de nuestro Señor Jesús Cristo de 1601 del adelantado Martín de Padilla al rey de España, en la que se critica abiertamente la política exterior hispana. Incluso desconociendo aun la rendición de Águila, se genera en el Consejo de Estado un debate sobre la política exterior y de guerra. Los fracasos de Argel, Flandes e Irlanda demostraban que era necesario replantear la estrategia a seguir.
El Consejo no podía encontrar defectos en el análisis del adelantado, aun cuando su autor fuera alguien a quien muchos consideraban culpable en parte de anteriores fracasos españoles.
“De lo contrario, nuestros enemigos no necesitarán hacernos la guerra; les bastará con amenazarnos con ella y nuestros proprios gastos nos aplastarán sin que ellos desenvainen una espada. (adelantado Martín de Padilla)”
Así pues, los miembros del Consejo dieron orden inmediata de preparar una gran flota, “Fuerza de Despliegue Rápido", la llamaron, que se hiciera a la vela en primavera, en cuanto el tiempo lo permitiese. Y además pretendían que la dirigiese el propio Padilla. Aquí el que no llora, no mama,
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